¡Hola, estimados lectores! Sean bienvenidos una vez más a esta nueva entrada en el blog de JM Industrial, la empresa que ofrece las mejores soluciones integrales en todo lo referente a la medición de la temperatura a través de sensores fabricados y diseñados especialmente para el control de esta variable en el sector industrial. Para lograrlo, ponemos a tu disposición una variada gama dispositivos entre los que destacan nuestros termopares, o si lo prefieres, termocuplas, el anglicismo resultante de la incorrecta traducción de thermocouples, que es la palabra empleada en el idioma inglés para designar a los termopares, entre los que destaca el termopar tipo J.

La medición de temperatura en el ramo industrial es muy importante para diferentes procesos. No se trata, por supuesto, de un procedimiento tan sencillo como la medición de la temperatura corporal, que se lleva a cabo a través de un dispositivo muy sencillo, como el termómetro de mercurio, o el digital, que todos conocemos y que seguramente recuerdas desde tu niñez porque siempre aparecía cuando te encontrabas enfermo. El proceso para registrar las temperaturas de los procesos que se llevan a cabo en la industria tampoco es parecido al que se emplea para medir la temperatura del ambiente, en grados centígrados.

En el caso de las mediciones de temperatura de procesos industriales, es necesaria la máxima precisión posible y de ahí que sea necesario emplear dispositivos como el termopar tipo j, para obtener resultados eficientes que permiten ejecutar un adecuado monitoreo evitando que cualquier aspecto de la práctica cotidiana de dichos procesos se salga de control. De esta manera se podrá optimiza el trabajo producido a fin de hacer más eficiente el consumo de energía, lo cual siempre se traduce en ahorros en costos y también en empresas e industrias más amigables con el medio ambiente.

¿Qué es un termopar y cómo funciona?

Para entender el uso particular que se le da a un termopar tipo J es necesario ir, como casi en cualquier tema que se quiera comprender, de lo general a lo particular. Por lo tanto, en primer lugar resulta fundamental entender y tener perfecta claridad sobre qué es un termopar, de cualquier tipo. La estructura básica de cualquiera de estos dispositivos consiste en dos alambres, que necesariamente deben ser de distinto material y que se encuentran unidos en dos de sus puntas, mientras que las otras dos permanecen separadas entre sí. Esta distinción es clave para entender que lo que se mide es un milivoltaje en función de la temperatura que se genera en las puntas que se encuentran juntas o, como también se conocen, punta caliente. Y las dos terminales que se encuentran separadas y que no llegan a juntarse reciben el nombre de puntas frías.

Es importante destacar que en este caso se mide un voltaje sumamente pequeño, ya que las variaciones pueden ser mínimas y lo que más importa, como señalábamos al principio es la exactitud y la precisión. Este milivoltaje que se genera entre ambas puntas frías –de las que cabe señalar que cada una presenta una carga; la primera positiva, y la segunda, negativa– se relaciona de manera directamente proporcional con la diferencia de temperatura existente entre la temperatura caliente (la que se genera precisamente en la punta caliente) y la temperatura fría (que corresponde a la temperatura de las dos puntas frías).

Lo anterior significa que si, por ejemplo en una de las puntas se presenta una temperatura igual a 30 grados centígrados y en la otra también se presenta una temperatura exactamente igual, el minivoltaje resultante será igual a cero. Pero si por ejemplo, la primera temperatura, la de las puntas calientes fuera igual a, digamos, 25 grados centígrados, al final el resultado del minivoltaje equivaldría a 5 grados.

¿Por qué hay diferentes tipos de termopares?

Una vez comprendido lo anterior, estamos en posibilidades de entender que hay distintos tipos de termopares, entre los que destaca el termopar tipo J,  en el que la gráfica resultante de la relación que guarda la temperatura con el minivoltaje es prácticamente lineal. Sin embargo, hay distintos tipos de termopar, como los tipos K, E y T. La elección de cada uno se basa en distintos aspectos como pueden ser el rango de temperatura, la resistencia química que presente el termopar en cuestión, y también la resistencia a fenómenos como la abrasión y la vibración, que son sumamente comunes en numerosos ramos de la industria.

Por otra parte, es de suma importancia que tomes en cuenta los requerimientos particulares de la  instalación de tu empresa, ya que muy probablemente necesitarás que el termopar elegido sea compatible con los equipos que se utilizan en la práctica cotidiana. En este sentido, el termopar tipo J tiene un rango de temperatura que se extiende desde los cero hasta los 750 grados centígrados y el estándar de margen de error es de máximo 0.75%, por lo que la exactitud está garantizada.

Recuerda que si necesitas un termopar tipo J o cualquier otro dispositivo para tus sensores de temperatura, los encontrarás en JM Industrial. No dudes en ponerte en contacto con nosotros para que nuestro capacitado personal pueda brindarte toda la información necesaria y sepas cuál es el tipo de termopar que más conviene a las necesidades particulares de monitorización de tu empresa. ¡Te esperamos pronto!